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RTVE |
El conflicto se veía venir desde el año pasado cuando Ucrania ganó el festival de Eurovisión. Se mascaba la tragedia. Durante meses se habló de la difícil situación en la que se encontraba el país para poder organizarlo, de hecho Rusia se apresuró a ofrecerse como organizador.
Finalmente todo fue como se esperaba y Ucrania eligió a Kiev como sede, las aguas volvieron a su cauce y los 43 países participantes presentaron sus candidatos. Fue entonces cuando Rusia eligió a Julia Samoylova que actuó en Crimea tras la anexión a Rusia de dicho territorio.
Ucrania lo vio como un desafío y prohibió la entrada de la interprete rusa en Ucrania apelando su inclusión en la una "lista negra" de artistas rusos que tienen vetada la entrada en el país. Rusia interpreta que esa supuesta lista, no existe y alude que aunque hubieran elegido otro artista sin vinculación con Crimea, la reacción del país organizador hubiera sido la misma. Sin embargo Ucrania asegura que si escogen un artista no incluido en "la lista" no habría problema.
La EBU lanzó un comunicado diciendo respetar las normas locales del país anfitrión pero mostrándose en desacuerdo y anunciando su intención de hacer todo lo posible para que los 43 participantes de 2017 pudieran hacerlo sin restricciones. Un día mas tarde, el organismo europeo ofrecía la posibilidad a Rusia de actuar vía satélite. Pero Ucrania sigue oponiéndose a este echo.
Este culebrón promete dar que hablar en las próximas semanas. Estaremos atentos. Mientras tanto yo me pregunto: ¿Por qué la EBU no hizo la misma oferta cuando Armenia no partició en 2012 en Azerbaiyán también por motivos bélicos?
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